Al ámbito vegano ya han llegado los procesados, y poco han tardado, la industria alimenticia apenas ve donde puede hincar el diente, y va como un lince a por ello. Es por eso que no todo lo vegano es oro, y mucho menos saludable.

Así que antes que pongas los ojos como el gatito de Shrek, al pasar por el pasillo del supermercado y ver “vegano”  sé fuerte, escoge bien y con cabeza fría.

Un concepto erróneo y el cual hay que cambiar y/o reeducar, es que vegano es sinónimo de saludable. Vegano solo significa que no hay nada de origen animal en el producto. Los alimentos procesados, al igual que en cualquier tipo de alimentación, no son saludables salvo un mínimo porcentaje de ellos.

PROCESADOS VEGANOS

  • Sustitutos de la carne como hamburguesas de tofu con quinoa, legumbres u otros. Están cargados de conservantes, colorantes y sabores artificiales, aceites refinados, grasas hidrogenadas, alto índice de sodio y también azúcares. Además que la cantidad de fibra y proteína que aportan, es mínima. Es un producto que puedes comer para una “barbacoa” o algún día de apuros.

En cambio si realizas hamburguesas caseras con estos mismo ingredientes como el tofu, quinoa, calabaza, legumbres, etc. La calidad nutricional será mucho mayor, y te aseguro que el sabor también.

  • Bebidas vegetales, aunque no lo parezcan, son una bebida procesada, que están cargadas de azúcares añadidos, espesantes artificiales, etc. Sin embargo, hay muchas que solo contienen un máximo de tres ingredientes y sin azúcares añadidos. Lo mejor es comprar la que tenga más de un 10% de materia prima.  
  • Dulces o bollería vegana, están también cargados al igual que los “clásicos” de aceite de palma, grasas saturadas, hidrogenadas y contienen alto contenido de azúcares.
  • Embutidos vegetarianos / veganos, son todo menos saludables, tienen una alta carga de sodio, conservantes, aditivos artificiales, así como grasas hidrogenadas.

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Os comparto un enlace en donde pueden buscar todos los tipos de emulgentes, espesantes, potenciadores de sabor y más. Está genial porque aporta información completa de estos aditivos: descripción, uso, efectos secundarios y nivel de toxicidad.

Lo mejor siempre es optar por lo natural y hacerlo nosotros mismos para evitar el consumo de todos estos aditivos alimentarios, que a larga son perjudiciales para la salud.

En diferentes blogs de recetas veganas y libros, puedes encontrar cómo hacer hamburguesas, pizzas, dulces y todo aquello que se te pueda ocurrir de una forma más natural y con mejor calidad nutricional. Si eres un cocinillas lo tienes muy fácil si en cambio eres como yo, que la cocina no es tu fuerte, la práctica y cursos de cocina vegana son nuestros aliados.

Cuéntame ¿cuáles son tus aliados para no caer en la tentación de los procesados veganos?